Pero nada de eso estará bien orientado si la pregunta es errada, confusa, mal expresada o simplemente incompleta. El Tarot tiene un vocabulario formidable y complejo, por lo que mover sus sutiles engranajes para hallar la clave exacta tiene reglas básicas.
Y la primera, es saber qué se desea saber.
Una consulta concreta, bien planteada y lógica, de hecho obtendrá un resultado semejante.
Por ello a veces, al evitar realizar la pregunta que realmente se desea plantear, se obtienen respuestas vagas y confusas...
Pero una singularidad muy común del Tarot es que responde a la consulta omitida de todos modos, y será elección del intérprete, develar todo lo que ha sido reflejado desde la mente universal o de donde surge el misterioso conocimiento implícito en las cartas.
Precisamente por esto surge una anécdota.. ante la pregunta de un consultante, la tirada simple de 3 cartas dio una indicación adecuada... pero al ver invertida la misma línea, el Tarot hablaba sobre el problema escondido y subyacente a la pregunta.
Una visión desde ambos lados del espejo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario